Peregrinos de esperanza

18/9/25

Este año la iglesia nos llama a sumarnos a la alegría del Jubileo de la Esperanza, que el Papa Francisco proclamó y que durante su discurso en la JMJ Lisboa 2023, invitó con entusiasmo a todos los jóvenes del mundo a participar.

Y con ese mismo entusiasmo, hemos respondido participando este verano en el jubileo de los jóvenes, el cual ha sido celebrado por nuestro nuevo Papa León XIV. Hemos vivido en Roma un momento de Iglesia, de renuevo, de fe y de esperanza, junto a más de un millón de jóvenes.

“Pilgrims of Hope” fue el nombre de nuestro grupo, que se caracterizó no solo por la alegría y la caridad fraterna de las 30 jóvenes que, acompañadas de 25 hermanas, demostraron que cuando el fin es buscar a Jesús, ni la diferencia de culturas ni idiomas son una barrera. Con más de 15 nacionalidades presentes, vivimos verdaderamente la unidad de la Iglesia.

Previo al fin de semana en Tor Vergata, visitamos Roma para recibir las gracias del Jubileo, las cuales fueron una profunda preparación para el encuentro con el Papa.

Tuvimos la dicha de visitar diversos santuarios y rezar junto a las reliquias de santos como Santa Catalina de Siena, Santa Teresita de Lisieux y los ahora Santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis. Les hemos confiado nuestras intenciones y todas aquellas que nos habían sido confiadas. Especialmente pedimos por la paz en el mundo, y los países en situaciones difíciles como Ucrania, Cuba, Camerún y México, presentes en nuestro grupo.

Si bien cada experiencia nos tocó de manera profunda y personal, destacan tres momentos de la semana en Roma:

● Audiencia con el Santo Padre en la que pudimos escuchar y cruzar una mirada con nuestro nuevo Pastor de la Iglesia.

● Atravesar la Puerta Santa de San Pedro y la de Santa Maria Maggiore.

● Y la Velada en la basílica del Sacre Cuore di Gesù, organizada y animada por las hermanas donde cientos de jóvenes han podido tener un momento íntimo con Cristo.

Por otro lado, la peregrinación a Tor Vergata ha sido toda una aventura, caminando entre cantos, banderas y cientos de jóvenes de todo el mundo que, una vez reunidos, hemos sumado más de un millón de peregrinos.

La Vigilia con el Santo Padre ha sido un testimonio de que la fe permanece viva en los jóvenes y en la iglesia. Además, los discursos del Papa León XIV, sus respuestas, y su cercanía con nosotros, motivó a la juventud y despertó en cada uno el deseo de seguir a Cristo, el deseo de santidad. Damos gracias a Dios por darnos al Papa León XIV, un pastor cercano a los jóvenes, con un celo por las vocaciones, y una confianza total en Cristo.

La misa final, fue lo más esperado con justa razón, y no podíamos dejar de recordar a San Juan Pablo II, quien hace 25 años celebraba en el mismo lugar el Jubileo del 2000 “Cristo ayer hoy y siempre”.

Y así, después de esta experiencia, cada una de nosotras ha regresado a su país como embajadoras de la esperanza teniendo en nuestros corazones el mensaje del papa : “Sí, ¡con Cristo es posible! Con su amor, con su perdón, con la fuerza de su Espíritu. Mis queridos amigos, unidos a Jesús como los sarmientos a la vid, ustedes darán mucho fruto; serán sal de la tierra, luz del mundo; serán semillas de esperanza”.   ¡Nos vemos en Corea 2027!

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